La marca vuelve a Venezuela buscando reactivar el mercado de relojes premiun, tras un paréntesis de 7 años. La firma suiza apuesta al país e introduce sus líneas clásica y sport, promediando precios que oscilan entre los 800 y los 3 mil dólares.
Luego de permanecer fuera del mercado venezolano por siete años aproximadamente, la marca de relojes Longines vuelve al país bajo la representación exclusiva de AG Joyería, una firma con tradición de más de 70 años y cuya tercera generación ahora está al frente del negocio.
El relanzamiento se realizó recientemente en los espacios de la tienda, en el Centro Comercial Santa Fe de Caracas, donde se anunció la disponibilidad de toda la línea Longines, desde la clásica con ocho modelos con correas de piel, acero inoxidable y oro en 18 quilates y detalles en diamantes; hasta la deportiva, con esferas lacadas pulidas, cristales de zafiro y correas de piel y acero inoxidable; con precios que oscilan entre los 850 y los tres mil dólares.
Y para los coleccionistas, la firma suiza ofrece relojes con metales preciosos y que pueden llegar a los 25 mil dólares. “Son piezas muy exclusivas, de las cuales traemos muy pocas cantidades”, señala Álvaro Gioelli, gerente de AG Joyería.
Revivir el nicho de lujo
Al consultársele sobre las perspectivas del mercado de relojes de alta gama en Venezuela, Gioelli indicó que en el mundo de la joyería existen dos targets: “La clase media que compra zarcillos, cadenas y medallas o anillos, así como un Longines y otros relojes de entre 500 y dos mil dólares. El que compra Longines no es de clase alta, es de clase media en progreso. Para ellos un reloj de 800 dólares representa dinero”.
Al otro extremo está el público de clase alta, para quien un reloj de 10 mil dólares “no es nada”, según el empresario.
Y en Venezuela, el mercado para la clase media está reviviendo poco a poco. Longines, dirigido a este segmento, entró nuevamente al país en el mes de diciembre de 2021 y en cinco meses logró vender 70 piezas. Un promedio de 14 al mes. “Y está bien, porque es volver a revivir un nicho de mercado que estaba prácticamente muerto”, reconoce Gioelli.
Es por ello que AG Joyería se plantea cifras conservadoras en lo que respecta a la marca: “Tal vez no llegaremos a las dos mil piezas -que era lo que se vendía anteriormente-, pero tenemos expectativas de vender entre 700 y 800 este año”, comparte el empresario.
Esto equivaldría a 50 ó 60 relojes mensuales en promedio; dos relojes al mes por tienda, si se toma en cuenta que además de su local en Caracas, AG Joyería cuenta con una filial en Barquisimeto y es distribuidor a nivel nacional, con la perspectiva de colocar la marca en 25 puntos de venta.
Otro mercado para retomar
Las joyas y relojes son reconocidos como una inversión, razón por la cual la oferta de estas piezas en el mercado secundario ha crecido mucho en Venezuela.
Explica el empresario que una de las estrategias que han desarrollado ciertas joyerías, es precisamente retomar el mercado secundario. “Adquirimos la pieza usada y le hacemos el servicio necesario; le damos al cliente la garantía por tienda y podemos venderlo certificado. Es una tenencia entre las pocas joyerías que quedamos, para brindarle al público dos tipos de mercado: el del reloj nuevo de ‘10 Bs’, pero también el usado de ‘5 Bs’, original, pulido, certificado y con garantía”, dice Gioelli.
El representante de AG Joyería siente que el país poco a poco está renaciendo, y por ello apuesta a que el venezolano retomará lentamente ese estilo de vida que le permitía darse ciertos gustos. “Creemos que es el momento justo para volver a darle al venezolano el gusto de comprarse un buen reloj, de tener ese sentimiento de pertenencia familiar que daba el hecho de regalar una buena pieza, y luego pasarla de generación en generación”.