“Soy ese río” es el título de la exposición de la artista peruana y migrante Cecilia Paredes, que se está presentando en la sala Beatriz Gil Galería, ubicada en Las Mercedes.
Se trata de un trabajo que tiene en la imagen y en los textiles sus capítulos fundamentales. Por otra parte, comparte sus espacios de trabajo entre Philadephia, San José de Costa Rica y Lima, de allí que ella subraya esa condición de migrante, ser de aquí y de allá. Las añoranzas también le proporcionan temas para desarrollar. “Es tarde -dijo- el que se va no lo hace del todo, siempre deja algo, siempre está la esperanza de regresar”.
Cecilia Paredes: Soy ese río
En Soy ese río reflexiona sobre la identidad y sobre los cambios a los que está sujeto tanto el artista como el espectador. Su trabajo no obedece a una obra individual sino a un proyecto, donde todo se vincula, al igual que esa agua del río que todos los días es diferente, pero que a la vez es la misma que baña la naciente de esa corriente hasta que culmina en su desembocadura.
Este proyecto cuenta con el apoyo de la Embajada de Perú en Venezuela, de allí que el jefe de esa misión, el embajador Librado Orozco, ofreciera un coctel de bienvenida con la asistencia de la directora de la galería, Beatriz Gil, y un grupo de personalidades vinculadas a las actividades culturales de Venezuela.
Cecilia Paredes agradeció la gran colaboración con la que ha contado para este montaje. En las salas de la residencia diplomática se expusieron algunos de sus trabajos anteriores, que constituyeron una experiencia interesante para acercarse a su trabajo, pues hay referencias en cuanto a su metodología y a los vínculos que mantiene con la naturaleza.
Una metáfora para la interconexión de culturas
El embajador Orozco destacó la obra de Cecilia Paredes, a la que calificó como vanguardista y, al mismo tiempo, que teje sus bases en tradiciones ancestrales. De allí esa relación con la tierra, la Pachamama, y con el trabajo que desarrolla a través de los textiles.
El diplomático agregó que en su universo artístico confluyen diversas temáticas y vivencias, que Paredes ha sabido plasmar con maestría a través del lenguaje visual. Explicó que, al igual que un río, la creación de la artista nos sirve de metáfora para la interconexión de las culturas peruana y venezolana, que en la hora actual deben tener un nuevo acercamiento a partir de la mayor interrelación existente entre estos dos pueblos hermanos.
La exposición
Ruth Auerbach, curadora de la exposición, explica que Paredes ha centrado su obra en la noción líquida del desplazamiento continuo y la adaptación del individuo a la soberanía de la naturaleza. También destaca las prácticas multidisciplinarias de la artista que no se conforma con captar la imagen, sino que protagoniza los montajes donde el lenguaje de la naturaleza está presente, así como una narración cargada de mitología.
La artista realiza registros fotográficos de instalaciones tridimensionales; puestas en escena que apelan a la posibilidad de trabajar planos de sentido en la perspectiva, bien por la vía de la representación o por la de la colección. Si antes había un protagonismo de lo vegetal, en esta oportunidad también apela a lo cartográfico y a lo textil.
“La exposición -dice Auerbach- pareciera cuestionar la responsabilidad que tenemos con los entornos amenazados y opera como un recordatorio de nuestra innegable trascendencia en el planeta”.
Cecilia Paredes hace de la naturaleza su inspiración y su socia, y está presente en más de un trabajo; ella es su propio lienzo, pero también se vale de otros recursos culturales e históricos para crear su lenguaje plástico.
La artista explica: “Trabajo con instalaciones en espacios abandonados que anteriormente tenían vida. Me enfoco en la parte textil, con fotografías y bordados a mano. Todo lo hago a mano”.
El público caraqueño no es desconocido para ella ya que, en 2008, Paredes expuso en Caracas como artista invitada en la Feria Iberoamericana de Arte (FIA). La artista mantiene una especulación meditativa sobre el espacio celestial y se conecta con principios claves de la vida: el cosmos y el conocimiento.