Portada » Blog » “El tiempo que tenemos”: un diagnóstico del amor

“El tiempo que tenemos”: un diagnóstico del amor

Dos de los mejores actores de su generación: Andrew Garfield y Florence Pugh, son dirigidos por Jonathan Crowley, ganador de dos premios Bafta, en esta historia signada por el drama contada sin melodramas, pero sí con mucha sutileza.

por Pablo Blanco
El tiempo que tenemos

No son pocos los dramas de la vida real que tienen que ver con una situación de salud, a los que Hollywood les ha dado un tono no sólo dramático sino romántico, familiar y entrañable. “Bajo la misma estrella”, de Josh Boone, con los talentosos Shailene Woodley y Ansel Elgort, o “Step Mom”, de Chris Columbus, con las grandes Susan Sarandon y Julia Roberts, son sólo dos ejemplos de ello.

Más recientemente, el español Pedro Almodóvar estrenó su debut en inglés “The Room Next Door” (“La Habitación de al lado”), con otras dos primeras actrices: Tilda Swinton y Julianne Moore. Es que son historias con una temática que, para llegar a ser realmente conmovedoras, necesitan ser interpretadas por artistas fuera de serie y con mucha credibilidad frente a los primeros planos que escoja el director. 

Y ese es el caso también de Andrew Garfield y Florence Pugh, los protagonistas de “El tiempo que tenemos”, del irlandés Jonathan Crowley, cinta que llegó a la cartelera venezolana el jueves 21 de noviembre, gracias a Mundo D Película.

El tiempo que quisieran tener

En los guiones cinematográficos siempre hay premisas fijas. Y una de ellas es “chico conoce chica” o “chica conoce chico”. Esa es la base de “El tiempo que tenemos”, el encuentro de un hombre y una mujer completamente distintos en personalidad, pero, al parecer, destinados a estar juntos. Y vaya manera de conocerse la de Tobías (Andrew Garfield) y Almut (Florence Pugh): en un accidente de tránsito.

El tiempo que nos queda

Él en plenos trámites de divorcio, ella independiente y sin ganas de establecerse formalmente con nadie. La vida los lleva a formar una adorable familia. Y todo va bien hasta que reciben una noticia que cambia completamente el curso de las cosas. Sin embargo, a pesar de los hechos, Almut tiene un objetivo claro, aunque el tiempo no está del todo a su favor.

“El tiempo que tenemos”: un drama sin melodrama

Aunque la cinta narra un drama de la vida real, “El tiempo que tenemos” no es una película precisamente melodramática (no es una característica comúnmente asociada a las películas producidas en el Reino Unido, ni tampoco a los británicos). Sumado a ello, el guión aborda la situación extrema que plantea, de una manera muy sencilla y no por ello con menos relevancia. Su estructura no es lineal; de hecho, está llena de flashbacks inesperados, pero el público puede construir la historia del idilio muy fácilmente.

El vínculo que establecen Andrew Garfield y Florence Pugh es muy conmovedor, alejado del cliché.

Las actuaciones son completamente verosímiles: el vínculo que establecen Andrew Garfield y Florence Pugh con sus personajes es muy conmovedor, se aleja del cliché. La química entre ambos es excepcional. Y hasta la niña que interpreta a la hija de ambos -Grace Delaney- se roba la escena en momentos clave de la historia.

Con una puntuación de 7.3 sobre 10 en el portal Imdb.com, “El tiempo que tenemos” se ha llevado elogios de la crítica, justamente, por sus actuaciones. “Afortunadamente esta película cuenta con Florence Pugh y Andrew Garfield”, se reseña en RogerEbert.com, toda una referencia en materia de crítica de cine.

También puedes leer Hadar Halevy llega con «Ecos de pasión»

Notas relacionadas

Deje un Comentario

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no participar si lo desea. Aceptar Leer Más