La nueva normalidad, aplicada a raíz de la pandemia del Covid-19, marcó nuevas pautas de vida. Más tiempo en casa, mejor uso del tiempo libre y mayor acceso a recursos en línea, llevó a los usuarios a digitalizar sus servicios, trabajos, compras y vidas.
Hoy en día se toman aproximadamente 1.2 trillones de fotografías digitales al año, con un promedio de 160 fotografías por habitante del globo. La popularidad de este medio es tal, que prácticamente han borrado a su competencia análoga del mercado.
La digitalización también ha incidido directamente en la rapidez y efectividad con la que los usuarios toman decisiones, aumentando sus opciones de productos y servicios de manera exponencial. Por ejemplo, en tan solo dos décadas, Internet pasó de albergar un solo sitio registrado en 1991, a 1.7 billones de páginas web a principios del 2020.
Esta realidad se vio fuertemente reforzada el año pasado a medida que el mundo entero se quedaba en casa y evitaba el contacto físico a raíz de la pandemia del Covid-19. Como resultado, se calcula que 80% de los negocios a nivel global percibió un aumento del 22% en la interacción digital con clientes.
Esta no solo es una etapa de adaptación, sino también de oportunidades para mejorar y agilizar procesos que, de otra manera, habrían requerido décadas para ser digitalizados, incluyendo pago y gestión de servicios públicos, pago de transporte público y erradicación del uso del efectivo.
De acuerdo con datos de Mastercard, en los próximos tres años las transacciones en línea superarán a las físicas en cuanto a relevancia. El pago en línea de servicios y productos a través de diversas plataformas llegó para quedarse, y a medida que más y más personas hacen uso diario de su conexión a Internet, Mastercard, como empresa líder en el sector de tecnología, tiene claras las nuevas necesidades y retos que conlleva el nuevo entorno digital, especialmente en una región como América Latina, donde el acceso de su población a telefonía móvil inteligente (68%) supera el acceso a cuentas bancarias (55%).
Este aumento en el uso de plataformas digitales se ve reflejado por medio de cambios en las compras y tendencias de los consumidores. Por ejemplo:
- El e-commerce aumentó su penetración en Latinoamérica de 45% en marzo de 2020, antes de la pandemia, a 83% en noviembre de 2020.
- En Latinoamérica, más del 60% de los consumidores estaban haciendo menos uso del efectivo.
- Para noviembre del año 2020, 49% de los latinoamericanos había aumentado sus compras por Internet y 17% las había realizado por primera vez.
- Más del 60% de latinoamericanos encuestados cree que prácticas como el uso del banco en línea se harán permanentes, incluso después de la pandemia.
El alza en comercio electrónico también significa mayores probabilidades de fraude para muchos consumidores, ya que, de acuerdo con datos de Mastercard, al 93% de usuarios les preocupa su información a la hora de comprar en línea. Debido a esta realidad, Mastercard proporciona una serie de productos y servicios que protegen la información de los usuarios y permiten transacciones más seguras y efectivas.
Algunas de las soluciones tecnológicas a nivel de seguridad son:
- NuDetect, un producto que ayuda a identificar a usuarios y su comportamiento en línea a través de biometría pasiva. Los comportamientos y elecciones de compra de los usuarios servirán como una identificación extra.
- Decision Intelligence, una solución de seguridad basada en inteligencia artificial, que mide el nivel de riesgo de las transacciones en tiempo real.
- El estándar EMV 3DS, que combina el intercambio de datos entre el comercio y el emisor para aumentar el asertividad del proceso de autenticación, reduciendo el fraude y aumentando los niveles de aprobación de compra.
La interacción de los usuarios con su entorno digital y, aún más importante, su acceso a redes de seguridad, cambiaron de manera drástica a raíz de la integración a la nueva normalidad global. Como consecuencia de la mejoría en esta nueva relación entre las personas y el uso de sus propios espacios digitales, las mismas podrán beneficiarse aún más de herramientas digitales, aplicables no solo al sistema de pagos en línea, sino también en áreas como transporte, emprendimientos sostenibles e inclusión financiera.
Imagen destacada Gerd Altmann