Con el exitoso descenso del rover Perseverance en el planeta rojo, la NASA insiste en la exploración de posibles pruebas de vida pasada en el Universo. La misión “Marte 2020 Perseverance” ha sido catalogada como la más ambiciosa de la agencia espacial estadounidense en los últimos 50 años.
Luego de viajar durante siete meses, y superar los «siete minutos de terror» del ingreso y descenso en la atmósfera marciana, con temperaturas extremas, el vehículo de la NASA bautizado como Perseverance, se posó en Marte sobre el cráter Jezero, este jueves 18 de febrero a las 20:55 GMT, cargado con avanzados instrumentos científicos que ayudarán al robot en su búsqueda astrobiológica de signos de vida microbiana en la superficie y rocas marcianas.
Este es el quinto “rover” (andariego o vagabundo) que la NASA envía al planeta rojo, pero además es el más sofisticado de todos los construidos hasta la fecha. En cuanto a su tamaño, es similar a un automóvil y con un peso aproximado a una tonelada. Está dotado de 19 cámaras adaptadas al cuerpo del vehículo y cuatro más en la nave, las cuales ayudaron a captar la entrada a la atmosfera marciana, el descenso y el aterrizaje o “amartizaje”.
Adicionalmente, el Perseverance llevó consigo al helicóptero Ingenuity, el cual intentará llevar a cabo cinco misiones en los próximos 30 días, durante los cuales deberá tomar imágenes en alta calidad de la superficie marciana gracias a vuelos controlados y motorizados en la atmósfera marciana.
Por otra parte, el nuevo rover cuenta con dos micrófonos: uno de ellos permitirá la grabación de sonidos durante el descenso y otro captará los sonidos de Marte en la superficie.
Este quinto rover también estudiará la geología de Marte, convirtiéndose en el primer vehículo explorador en recolectar rocas y otros fragmentos de la superficie marciana. La intención de la NASA es a abrir paso a la exploración del planeta con seres humanos.
Para obtener más información sobre la perseverancia,visita
http://mars.nasa.gov/perseverance