El merengue se vistió de luto para despedir al legendario cantante Rubby Pérez, quien falleció trágicamente en el colapso del techo de la discoteca Jet Set en Santo Domingo la madrugada del pasado 8 de abril, apagando su inconfundible voz para dejar un vacío irreparable en la música latina.
El funeral se llevó a cabo este jueves 10 de abril en el Teatro Nacional Eduardo Brito, lugar emblemático para las artes escénicas dominicanas. Sobre su ataúd descansaban su característico sombrero y gafas de sol, junto a dos banderas: la de República Dominicana y la de Venezuela, como un gesto que simboliza el profundo vínculo que unió al artista con ambos países.
Familiares, amigos y admiradores se reunieron desde tempranas horas, para rendir tributo a «la voz más alta del merengue». Entre los asistentes destacaron figuras como el presidente Luis Abinader, la primera dama Raquel Arbaje y artistas de renombre como Juan Luis Guerra, Manny Cruz y Fernando Villalona, quienes expresaron su respeto y admiración por Rubby Pérez.
Su hija, Zulinka Pérez, ofreció un conmovedor homenaje musical interpretando los temas «Color de rosa» y «Cuando se ama», arrancando lágrimas y aplausos de los presentes.
El momento más emotivo llegó cuando el ataúd fue trasladado al cementerio Puerta del Cielo para su sepultura. La ceremonia estuvo marcada por cantos de alabanza y palabras de consuelo, destacando el impacto cultural y musical que Rubby Pérez dejó en el merengue y en la vida de quienes lo conocieron.
Del beisbol al merengue
Roberto Antonio Pérez Herrera nació el 8 de marzo de 1956 en Bajos de Haina, República Dominicana. Comenzó su carrera musical tras un accidente que truncó su sueño de ser beisbolista. Fue en el Conservatorio Nacional de Música de Santo Domingo donde encontró su verdadera vocación. Su talento lo llevó a formar parte de agrupaciones como Los Pitágoras del Ritmo y Los Hijos del Rey, pero su gran salto llegó al unirse a la orquesta de Wilfrido Vargas en los años 80. Allí grabó éxitos como “El Africano” y “Volveré”, que lo catapultaron al estrellato internacional.
En 1987, Rubby decidió emprender su carrera como solista, consolidándose como una de las figuras más representativas del merengue romántico. Temas como “Buscando tus besos”, “Enamorado de ella” y “Sobreviviré” se convirtieron en clásicos que marcaron generaciones. Su potente voz y carisma en el escenario le valieron múltiples reconocimientos, incluyendo Premios Casandra y discos de oro y platino en Venezuela, país que él mismo definió como su segunda patria.
Un dominicano muy venezolano
La relación de Rubby Pérez con Venezuela fue entrañable. En innumerables ocasiones, el cantante expresó su amor por el país que lo acogió con los brazos abiertos. “Yo me autodefino como dominico-venezolano”, decía con orgullo. Su música resonaba en bodas, fiestas y programas de televisión como Sábado Sensacional, donde su interpretación de “Volveré” dejó una huella imborrable. Incluso dedicó canciones a la Virgen de Chiquinquirá, demostrando su conexión con la cultura venezolana.
El legado de Rubby Pérez trasciende su música. Artistas como Eddy Herrera y Manny Cruz han destacado su influencia y calidad humana. “Fue como un segundo padre musical para mí”, expresó Herrera, mientras que Cruz lo describió como “una pérdida enorme para la cultura dominicana y la música”. Su capacidad para inspirar a nuevas generaciones y su compromiso con el merengue lo convierten en un referente eterno.
La voz más alta del merengue
La muerte de Rubby Pérez conmovió profundamente a figuras emblemáticas del género como Juan Luis Guerra, Fernando Villalona y Wilfrido Vargas, quienes expresaron su pesar de manera emotiva.
Juan Luis Guerra, visiblemente afectado, describió a Rubby como “la voz más hermosa del merengue, un gran amigo y compañero, y siempre sonriente”. Durante el homenaje póstumo en el Teatro Nacional Eduardo Brito, Guerra elevó una plegaria por el descanso eterno de su colega y envió un mensaje de fortaleza a su familia y al pueblo dominicano. En sus palabras, destacó que Rubby había llegado “a la presencia de nuestro Señor Jesucristo” y que su legado musical permanecerá vivo.
Por su parte, Fernando Villalona, conocido como “El Mayimbe”, también mostró su devastación ante la pérdida de su amigo. Durante el funeral, Villalona expresó: “La partida de Rubby me destroza el alma, es una pérdida enorme para la cultura dominicana y la música”. En un gesto conmovedor, Villalona decidió rendirle tributo cantando un merengue en su honor, demostrando la profunda conexión que compartían
Asimismo, Wilfrido Vargas expresó su dolor a través de un emotivo mensaje en sus redes sociales. En su cuenta de Instagram, escribió: “Estoy destrozado… El mejor cantante que ha dado el género, la voz más alta del merengue. El amigo y el ídolo de nuestro género se nos acaba de ir. Esto es muy profundo, más profundo que lo que se alcanza a sentir hasta en el más terrible de los sueños”.
25 venezolanos entre las víctimas
La tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set, que cobró la vida de más de 220 personas no solo ha generado un duelo colectivo en República Dominicana, sino que también ha conmocionado a países como Venezuela.
Entre las víctimas, se ha confirmado al menos el fallecimiento de 19 venezolanos. Además, otros 6 resultaron heridos, de los cuales 4 permanecen hospitalizados, lo que ha intensificado el dolor compartido entre ambas naciones.
La magnitud de la tragedia ha movilizado a comunidades y gobiernos en un esfuerzo por brindar apoyo emocional y asistencia a los familiares de las víctimas, mientras se reflexiona sobre la seguridad en espacios públicos y la importancia de preservar la memoria de quienes partieron.
Hoy, República Dominicana y Venezuela lloran la partida de sus compatriotas y de un artista que supo unir corazones a través de su voz. Rubby Pérez no solo fue un ícono del merengue, sino un puente entre culturas, un símbolo de alegría y pasión.
