La leche deslactosada es un producto que gana cada vez más popularidad entre los consumidores. Durante los últimos dos años el mercado de leche deslactosada en Venezuela ha tenido un gran desarrollo, así como el de los productos UHT en general. “Este crecimiento está relacionado no solo con los beneficios para las personas intolerantes a la lactosa, sino también con la cultura de lo saludable, de alimentarse mejor, de cuidarse”, indica Frank Portillo, gerente de Producción de Grupo San Simón.
Pero, ¿qué es exactamente la lactosa y por qué puede causar intolerancias en algunas personas? Explica la Dra. Inés Pérez, médico especialista y jefe corporativo de Medicina Ocupacional de Grupo San Simón, que la lactosa es el azúcar que contiene la leche. “Es un disacárido natural compuesto de glucosa y galactosa, presente en todas las leches de los mamíferos, incluyendo la leche materna, y en los derivados lácteos como quesos y yogures. Para que el organismo pueda digerirla correctamente, necesita una enzima llamada lactasa, que se encuentra en el intestino delgado.”
Describe la especialista que, cuando la persona posee una deficiencia de esta enzima, no puede digerir por completo la lactosa, provocando que la misma llegue al intestino grueso y es allí donde produce los síntomas característicos de la intolerancia: meteorismo o gases, dolor abdominal, episodios de diarrea, distensión abdominal y nauseas.
Destaca la Dra. Pérez que la intolerancia no es lo mismo que la alergia a la lactosa. “En el caso de las alergias, si una persona es muy sensible al alérgeno, un mínimo porcentaje de este podría desencadenar una reacción alérgica.”
Leche deslactosada y semidescremada
Es aquí donde juega un papel importante la leche deslactosada. Este tipo de leche ha sido tratada con lactasa, la enzima que descompone la lactosa en glucosa y galactosa, lo que facilita su digestión en las personas intolerantes al azúcar de la leche.
Señala la jefa de Medicina de San Simón, que los lactantes suelen poseer una mayor cantidad de esta enzima, por lo que en su mayoría toleran la lactosa. “Ellos pueden consumir leche deslactosada sin ningún problema, pero no deben descartar la leche materna y, después de su primer año de vida, incluir leche completa en su dieta diaria”.
Por otro lado, advierte que a medida que avanzamos en edad, la lactasa va disminuyendo en cantidad. “Puede estar disminuida por factores individuales, como la predisposición genética. También hay personas que tienen menor cantidad de esta enzima, por lo que inicialmente toleraban la lactosa y, con el paso de los años, dejan de hacerlo.”
Por su parte, el gerente de Producción de Grupo San Simón, señala que en el caso específico de la leche líquida deslactosada y semidescremada San Simón, se trata de un producto que viene en empaques de un litro, con bajo contenido graso (1.5%), a diferencia de la leche completa que tiene 3.2%. “La producción es similar al de la leche completa, salvo al momento de iniciar el proceso para desdoblar las moléculas de la lactosa en sus dos azúcares. Luego de completar este paso, procedemos a envasar el producto”.
Más dulce, pero sin aditivos
Explica Portillo que, durante su homogeneización y esterilización con tecnología UHT (Ultra High Temperature), el proceso enzimático de la leche deslactosada se detiene dándole así una larga vida útil en el mercado. “Este proceso inicia cuando la leche es recolectada y esterilizada a muy alta temperatura; así se reducen los microorganismos, su valor nutricional se intensifica y su sabor resalta”.
Comenta el ingeniero que, al término del proceso, la leche deslactosada tiene un sabor más dulce que la leche completa, debido precisamente a la presencia de estos dos azúcares (glucosa y galactosa). “Hay que recordar que la glucosa, como monosacárido natural, es más dulce que la sacarosa, que es el azúcar de mesa. En el caso de la lactosa es igual: ese dulzor se obtiene luego de su desdoblamiento. El producto no tiene ningún otro tipo de edulcorante o aditivo para endulzarlo”.
Aun cuando la leche deslactosada está dirigida principalmente a las personas con intolerancia a la lactosa, la misma puede ser consumida por cualquier persona, independientemente de si son intolerantes o no. Algunas personas prefieren su sabor más dulce y su textura más suave en comparación con la leche regular. Además, puede ser una opción más ligera para aquellos que buscan reducir su consumo de lactosa o calorías. Sin embargo, es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en la dieta.
En términos de valores nutricionales, la leche deslactosada es similar a la leche regular. Contiene una buena cantidad de proteínas, calcio, vitamina D y otros nutrientes esenciales para el organismo.
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