El célebre artista Katsushika Hokusai, maestro del grabado japonés, se convirtió en fuente inspiradora para el trabajo del diseñador libanés Elie Saab en su Colección Nupcial Primavera 2024, donde la capacidad de hacer poesía con las diversas técnicas de bordado y las aplicaciones, transforma la tela en lienzo que permite encontrarnos con un mundo imaginario, onírico, al estimular las sensaciones de serenidad.
La colección de Saab muestra lo tradicional sin rechazar lo contemporáneo, y transforma cada centímetro del traje en una obra de arte, donde la naturaleza juega un rol predominante.
Con una composición intencional y detalles intrincados, estas creaciones se vinculan con esa poesía japonesa que es el haiku, donde existe una métrica determinada pero no para encasillar ni limitar. El trabajo puede ser intrincado, con volumen, pero al mismo tiempo podemos encontrar rasgos evanescentes, sencillos, pero de igual belleza.
El juego de la transparencia con lo abigarrado
Las flores son un tema recurrente en estas creaciones y encontramos los capullos de sakura o flores de cerezo, cuya belleza se traduce en un minucioso trabajo manual, donde cada pétalo se coloca siguiendo una línea comandada por la armonía, subrayando la delicadeza de la flor. Recorren el escote corazón y trasforman en voluptuoso jardín a las voluminosas faldas.
El brillo no se trabaja para alcanzar un efecto llamativo, sino que se busca el brillo que encontramos en un cielo estrellado, que no encandila, pero invita a soñar y, en este caso, a recorrer esos hilos de plata.
Como una tenue neblina, el tul se une a las delicadas cuentas y lentejuelas, aportando efervescencia a las flores aplicadas. Para dar mayor relieve, busca los cristales y los hilos de seda para obtener como resultado el juego de la transparencia con lo abigarrado.
Un trabajo del siglo XXI que se basa en las tradiciones
A este artesanal trabajo se suman los volantes que enmarcan el escote y dan protagonismo a los hombros, cayendo en cascada sobre corpiños de bailarina ajustados y sedas exquisitas.
En cuanto a las telas, estas son sutiles y etéreas. Elementos como un bolero que recuerda la técnica del origami, un bordado que hace recordar esas varillas perfumadas del mikado, son un claro testimonio de un trabajo del siglo XXI que se basa en las tradiciones.
No faltan las colas imponentes donde la seda se convierte en una ola y se une al velo, también bordado, para acompañar a un traje sirena con escote barco.
Los trajes cortos se engalanan con la misma suntuosidad de los largos. El velo es más que un accesorio, es elemento de relevancia y no faltan los cinturones de cinta.
Elie Saab Bridal Spring 2024 (Colección Nupcial Primavera 2024) resalta la delicadeza de lo efímero, invoca el asombro e inspira un mundo variable y sutil.
También puede interesarte leer Opulencia extrema en una colección
