El mundo despide al Papa Francisco, quien falleció a las 7:35 a. m. (hora de Italia) del 21 de abril de 2025 en su residencia, la Casa Santa Marta, ubicada en la Ciudad del Vaticano. Su pontificado, que se extendió por más de 12 años, estuvo marcado por profundas reformas, una visión inclusiva y una serie de controversias que lo convirtieron en una de las figuras más relevantes de la Iglesia Católica en tiempos modernos.
Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 en el barrio de Flores, en Buenos Aires, Argentina. Su elección como Papa en 2013 rompió con siglos de tradición europea en el liderazgo de la Iglesia Católica, convirtiéndose en el primer pontífice latinoamericano. Su origen marcó una nueva etapa en la historia del Vaticano, aportando una perspectiva más cercana a las realidades de América Latina y a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Papa Francisco: reformador y modernizador
Francisco impulsó una serie de cambios estructurales en la Iglesia. Descentralizó el poder eclesiástico, otorgando mayor autonomía a las conferencias episcopales, y promovió la transparencia en las finanzas del Vaticano mediante la creación del Consejo de Cardenales.
Uno de sus mayores desafíos fue enfrentar los escándalos de abuso dentro del clero. Implementó medidas más estrictas para investigar y sancionar a los responsables, excomulgó a obispos encubridores y pidió perdón a las víctimas en múltiples ocasiones.

También promovió un enfoque más inclusivo dentro de la Iglesia. Se mostró abierto al diálogo con la comunidad LGBTQ+, señalando que la Iglesia debe ser un espacio de acogida para todos. Sin embargo, su postura sobre el matrimonio igualitario se mantuvo dentro de los límites doctrinales tradicionales, sin llegar a aprobarlo oficialmente.
Controversias y desafíos
El Papa Francisco no estuvo exento de polémicas. Su postura sobre la pedofilia dentro de la Iglesia fue firme, pero algunos sectores consideran que aún quedan reformas pendientes en este aspecto.
En el ámbito político, su crítica al capitalismo y su llamado a una distribución más equitativa de la riqueza, despertaron elogios en sectores progresistas y críticas en los más conservadores. Además, su posición frente a conflictos bélicos fue clara: abogó por la paz y condenó la violencia en todas sus formas, aunque sus llamados no siempre fueron bien recibidos por los líderes mundiales.

El fallecimiento del Papa Francisco deja un vacío en la Iglesia Católica, pero también un legado de reformas, desafíos y una visión moderna del catolicismo. Su cercanía pastoral y su compromiso social lo convirtieron en un líder espiritual que será recordado por su intento de acercar la Iglesia a los más vulnerables.
El funeral del Papa Francisco
Las exequias del Papa Francisco se llevarán a cabo en la Basílica de San Pedro, siguiendo el nuevo Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el rito funerario que él mismo reformó en noviembre de 2024. Entre los cambios más significativos, eliminó la tradición de los tres ataúdes: de ciprés, plomo y roble, optando por un único féretro de madera. Además, el cuerpo será expuesto a la veneración de los fieles dentro del ataúd abierto, simplificando los traslados y acentuando el recogimiento de la despedida.
Francisco también modificó el lenguaje litúrgico, eliminando títulos como «Romano Pontífice» y enfatizando su rol como «Papa, Obispo y Pastor». Asimismo, revisó las letanías de los santos y ajustó los textos de las oraciones para reflejar una visión más pastoral y menos ceremonial.
Un cónclave trascendental para la Iglesia
En cuanto a su sucesión, varios nombres han comenzado a sonar como posibles candidatos para ocupar el trono de San Pedro. Entre ellos destacan (de izquierda a derecha en la foto) Matteo Zuppi (Italia) – Arzobispo de Bolonia, conocido por su enfoque progresista y su trabajo en temas de paz y justicia social. Pietro Parolin (Italia) – Secretario de Estado del Vaticano, con una amplia trayectoria diplomática dentro de la Santa Sede. Luis Antonio Tagle (Filipinas) – Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, con una visión pastoral cercana a la de Francisco. Fridolin Ambongo Besungu (R.D. del Congo) – Arzobispo de Kinshasa, defensor de los derechos humanos y la justicia social. Jean-Marc Aveline (Francia) – Arzobispo de Marsella, con un enfoque pastoral centrado en la inclusión y el diálogo interreligioso. Peter Appiah Turkson (Ghana) – Canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias, con un perfil progresista y capacidad para el diálogo interreligioso.

La elección del próximo Papa será clave para definir si la Iglesia continuará con la línea reformista de Francisco o si tomará un rumbo más tradicional.
El cónclave para elegir al nuevo Papa se celebrará entre 15 y 20 días después de la muerte de Francisco, es decir, entre el 6 y el 11 de mayo de 2025. Sin embargo, si todos los cardenales electores llegan antes a Roma, el proceso podría adelantarse. Una vez iniciado el cónclave, no hay un plazo máximo para su duración. Las votaciones comienzan con una ronda el primer día y luego se realizan hasta cuatro votaciones diarias. Si después de tres días no hay resultado, se hace una pausa de oración y reflexión antes de continuar con más rondas. El proceso concluye cuando un candidato recibe al menos dos tercios de los votos y acepta el cargo. En ese momento, se anuncia al mundo con la tradicional fumata blanca desde la chimenea de la Capilla Sixtina.
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