La intención es poder suministrar genéricos del tratamiento antiviral contra el COVID-19, creado por el laboratorio estadouniense, a 95 países pobres y en desarrollo que cubren el 50% de la población mundial .
La farmacéutica estadounidense Pfizer otorgará una licencia libre de regalías para la píldora al Grupo de Patentes de Medicamentos (MPP por sus siglas en inglés), una organización respaldada por las Naciones Unidas, en un acuerdo que permitirá a los fabricantes de medicamentos genéricos obtener una sublicencia. La mayoría de los países que se beneficiarán están en África, Asia y Sudamérica.
«Esta licencia es tan importante porque, si se autoriza o aprueba, este medicamento oral es especialmente adecuado para los países de ingresos bajos y medios y podría desempeñar un papel fundamental para salvar vidas, contribuyendo a los esfuerzos mundiales para luchar contra la pandemia actual. El PF-07321332 se tomará junto con el ritonavir, un medicamento para el VIH que conocemos bien, ya que tenemos una licencia sobre él desde hace muchos años, y trabajaremos con las empresas de genéricos para garantizar que haya un suministro suficiente tanto para la COVID-19 como para el VIH», dijo el director ejecutivo del MPP, Charles Gore.
El fármaco experimental PF-07321332, en combinación con ritonavir en bajas dosis, reduce en casi 90% el riesgo de muerte por COVID-19 en enfermos con comorbilidades, según los estudios de la farmacéutica.
Paxlovid (PF-07321332) es un tratamiento antivírico inhibidor de la proteasa del SRAS-CoV-2 en fase de investigación, diseñado específicamente para ser administrado por vía oral, de modo que pueda recetarse al primer signo de infección o al darse cuenta de una exposición, lo que podría ayudar a los pacientes a evitar una enfermedad grave que puede conducir a la hospitalización y la muerte.
Está diseñado para bloquear la actividad de la proteasa del SARS-CoV-2-3CL, una enzima que el coronavirus necesita para replicarse. La coadministración con una dosis baja de ritonavir ayuda a ralentizar el metabolismo, o la descomposición, del PF-07321332 para que permanezca activo en el organismo durante más tiempo en concentraciones más altas para ayudar a combatir el virus.
Según un análisis provisional del estudio de fase 2/3 EPIC-HR aleatorizado y doble ciego, el antiviral mostró una reducción del 89 por ciento del riesgo de hospitalización o muerte por cualquier causa relacionada con la COVID-19 en comparación con el placebo en los pacientes tratados dentro de los tres días siguientes al inicio de los síntomas.
“El objetivo es, básicamente, evitar que la gente vaya al hospital o se enferme de gravedad. La medicina hay que tomarla en los tres primeros días tras tener síntomas. Es algo que se toma rápido tras ser diagnosticado”, explicó Hervé Verhoosel, portavoz de UNITAID, una agencia sanitaria de la ONU.
Con información de la ONU y Diario Palentino