Según especialistas, la fórmula para cuidar la salud del cerebro contempla cinco aspectos: una alimentación equilibrada, la práctica de algún ejercicio físico de forma regular, dormir bien, tomarse tiempo para realizar actividades de esparcimiento y evitar lo que se conoce como el burn out o síndrome de desgaste laboral.
El doctor Óscar González, neurólogo pediatra del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), explica que comer de forma saludable, incorporar alimentos ricos en omega, vegetales verdes y reducir el consumo de azúcar refinada, contribuye a preservar el buen estado del intestino.
Destaca que actualmente se habla del eje intestino-cerebro y la importancia de mantener la microbiota intestinal (colección de microbios como bacterias, hongos, levaduras y virus, que viven en simbiosis con nuestro cuerpo) saludable. “Ahora se sabe que el intestino tiene más neuronas que el cerebro y estas son las que regulan los neurotransmisores, que se encargan de muchísimas funciones cerebrales como controlar el sueño, por ejemplo”, indica el especialista.
El doctor González afirma que “con una alimentación equilibrada se evita además la neuro inflamación, un proceso con efectos negativos que afecta la morfología y el funcionamiento de células cerebrales, lo que termina ocasionando patologías neurodegenerativas”.
Dormir bien es básico
El buen hábito de dormir bien significa tener un horario de sueño regular y no perder horas de descanso por ver televisión o estar en la computadora, por ejemplo. El neurólogo pediatra señala que “durante la noche es cuando el cerebro se repara, es la única forma que existe de que este órgano se reactive”.
En cuanto a la práctica de actividad física, asegura que es un hábito indispensable para la salud cerebral ya que “somos seres aeróbicos, que dependemos del oxígeno, y al hacer ejercicio mejoramos esa carga de oxígeno que llega a nuestro cerebro y mejoramos el sistema vascular, tanto el cerebral como el del cuerpo en general, ya que esto también incide en la liberación de nuestros neurotransmisores”.
Comenta el neurólogo que el descanso y el esparcimiento también son importantes para el cuidado de la salud mental y para evitar la sobrecarga o sobreestimulación, que es lo que se conoce como fatiga crónica o burn out. “Esto también daña el cerebro; es necesario acompañar la recreación con todo lo mencionado antes. Además, cuidar nuestras emociones, compartir con otros y crear vínculos afectivos, es fundamental”.
Desde la gestación
El especialista del GMSP indica que el cuidado del cerebro debe comenzar desde el vientre materno. “Este órgano comienza a formarse en el primer trimestre de gestación. Es importante que la futura madre tenga una buena alimentación y no consuma sustancias tóxicas -incluyendo alcohol en más de lo permitido- que puedan afectar el desarrollo cerebral de feto”.
Puntualiza que algunos trastornos del neurodesarrollo, como el autismo severo, el síndrome de alcoholismo fetal, ciertas malformaciones, problemas neurocognitivos y discapacidades severas, son consecuencias de la ingesta de sustancias tóxicas durante el embarazo.
Otras afecciones cerebrales pueden evitarse con una adecuada atención médica al momento del nacimiento, como en los casos de recién nacidos con asfixia perinatal (falta de oxígeno).
El doctor González comenta que en el GMSP se lleva a cabo un programa de neurodesarrollo que aborda la neurología preventiva, con el apoyo de perinatólogos y profesionales en medicina neonatal. Del mismo modo, recuerda que para cuidar la salud del cerebro, la institución cuenta con un equipo multidisciplinario en las áreas de Neurología, Psicología, Neuropsicología, Psiquiatría y Neurocirugía de adultos y niños.
Para más información sobre este y otros temas de salud y prevención, el especialista invita a seguir las cuentas @grupomedicosp en Instagram, Facebook, X, Threads y canal de YouTube.
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