La cita con El Coronel está abierta y es en el Teatro Nacional de Caracas, al que se le ha agregado un epónimo: Román Chalbaud. Este reencuentro está dado gracias al trabajo de la Fundación Rajatabla e Image Producciones para reponer una obra que, desde que se presentó en 1989, recopiló una crítica positiva, impactando al propio autor, Gabriel García Márquez, quien reveló sentirse emocionado ante la puesta en escena dirigida por Carlos Giménez, en Spoleto, Italia. Este montaje de Rajatabla realizó una gira por América y Europa, siendo muy aplaudido.
Ahora regresa a Caracas, después de 14 años de su último montaje, esta vez bajo la dirección de Carlos Scoffio, quien se estrena en estas lides, sin alejarse de las pautas trazadas por Carlos Giménez.
El Coronel no tiene quien le escriba nos recuerda que el teatro en Venezuela tiene una tradición, y esto lo ha querido subrayar Image Producciones. Para ello, hizo un trabajo de investigación y de rescate de piezas que son testigo de la producción de hace 35 años.
El cartel de la función inaugural, donde figuran José Tejera y Aura Rivas en los roles de El Coronel y el de su esposa, forma parte de esta memorabilia teatral.
en Spoleto
También está el traje de la Coronela, realizado por Rosa Muñoz y Altagracia Martínez. Esta pieza se constituye en fundamental dentro de la breve exposición. En la nueva puesta en escena, Raquel Ríos trabajó los diseños originales y creó un vestuario que subraya la tragedia que vive una familia, que espera el reconocimiento de un trabajo que se hizo con pasión juvenil, pero que la burocracia lo condena al olvido, pisoteando la dignidad de quien lo realiza.
Con todo el espíritu “garciamarquiano”
Esta presentación no se aleja del espíritu “garciamarquiano”, donde la miseria de esos pueblos olvidados marca el ritmo diario de sus vidas. Quienes conocemos el trópico podemos sentir el vaho del calor húmedo, aunque el aire acondicionado de la sala funciona correctamente.
La iluminación también se convierte en otro personaje que nos lleva por ese tortuoso camino donde la esperanza está centrada en ese cartero que llega cada viernes.
Francis Rueda continúa siendo una actriz vital, demuestra su experiencia al asumir a un personaje que reclama y se rebela. No quiere sucumbir, pero el dolor la marca. Una primera actriz que convence.
Djamil Jassir, El Coronel, lleva el peso de la obra. Es un personaje complejo, al cual el actor ha llenado más de resignación que de rabia. Lo encuentro más paciente y esperanzado. Sin embargo, en la escena final, toda la amargura queda reducida a una palabra que nos estremece y nos deja pegados a la butaca, aunque algunos les cause gracia. A ese grupo les recomiendo que se lean la obra, que no es muy larga, y regresen al teatro.
La temporada es de cuatro fines de semana. Las funciones son los sábados a las 4:00 pm y domingos a las 3:00 pm. De acuerdo a lo que conversamos con Marbella Molina, quien comanda el equipo de producción, hay intenciones de llevarla al interior del país y realizar una gira internacional. Esperemos que esto pueda ser una realidad y así “El coronel no tiene quien le escriba”, se sume a los homenajes que se están programando en el mundo para celebrar el primer centenario del “Gabo”, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982.
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