Savoy® dejó a un lado la gramática tradicional y optó por un lenguaje propio: el del chocolate, apuntando a los recuerdos que pueden evocar en sus consumidores las diez variedades de un portafolio de productos que ya llega a Estados Unidos, Panamá y Chile, por ahora.
Con un comercial de 30 segundos en redes sociales, TV abierta y cable, y dos versiones de 10 cada una, creadas con el apoyo de las agencias Publicis y La Oveja Negra, la emblemática marca venezolana Savoy® asegura que “En Venezuela hablamos Chocolate”, una lengua que es capaz de abrir las puertas del corazón, como diría el cantautor Yordano.
Para el vicepresidente de Confites de Nestlé Venezuela, Andrés Alegrett, no hay dudas de que “un chocolatico” funciona muy bien para darle las gracias a cualquier persona, “para pedir perdón, para sacar un permiso de la mamá, o un Toronto para levantarse a una chama. “El chocolatico es un pequeño espacio de felicidad”, asegura.
Dice que esta forma de “comunicarnos” a través de algo tan simple como regalar un chocolate, es la génesis de esta campaña. Así, la marca hace un viaje desde la época de la tienda que estaba ubicada en la Calle Real de Sabana Grande, hasta llegar al presente: “El chamo que está asomado en la vitrina se convierte en el abuelo que comparte con su familia”, dice el ejecutivo de Nestlé® para quien «Savoy® se ha convertido en un cable a tierra, en una conexión con la casa y la familia» para los venezolanos que ahora están regados por todo el mundo.
Al comentarle que la pieza publicitaria elude la mención a la icónica valla de Savoy®, que por más de 60 años fue parte de la cultura urbana caraqueña, Alegrett hace un breve recuento y justifica: “En los 75 años de la marca le dedicamos mucho a ese tema, incluso se hizo una suerte de réplica y la pusimos por un tiempo en Bello Monte. Esa fue la primera valla iluminada de Caracas y tenía un valor específico en términos de la historia. Queremos, en algún momento, volver a erigirla porque forma parte de la historia de Caracas y de los venezolanos en general. Son símbolos, íconos que si bien están temporalmente fuera, creo que volverán y quisiera que fuera más pronto que tarde. Ya veremos cómo se nos da, pero no la hemos olvidado”.
La historia de un chocolate con nombre de hotel
Al igual que los partos de antaño, el de Savoy® fue en una casa, la de los hermanos Rodolfo, Roberto y Fernando Beer, quienes tenían conocimientos en pastelería y bombonería. En 1941 se asocian con John Miller, que trabajaba con maquinaria para la elaboración de chocolate. Los cuatro fundan entonces la empresa Savoy Candy C.A. Escogieron el nombre “Savoy” por lo que significaba para Miller, quien se hospedaba eventualmente en el hotel londinense del mismo nombre y que para él era un símbolo de excelencia y alta calidad; además de ser de fácil pronunciación en cualquier idioma.
Más tarde, la empresa alquilaría una casa en El Valle, Caracas, y poco a poco adquirió las casas vecinas, hasta construir la primera planta en esos terrenos, donde estuvo hasta 1959 cuando la mudan a Boleíta, funcionando allí por 38 años. En 1997 se inaugura la Fábrica Santa Cruz, en el estado Aragua, donde los productos son elaborados desde entonces.
En 1988 Savoy® fue adquirida por la multinacional suiza Nestlé®. A partir de entonces cambia su denominación a Nestlé® Savoy®, pero mantiene todos sus productos y el mismo eslogan: «Con sabor venezolano”. En 1990, la marca sustituye la corona en su logotipo por la tipografía Nestlé®.

y actúa local«.
Sobre la adquisición de la marca, sostiene Alegrette que Nestlé® “es una empresa que piensa en global y actúa local. Es muy respetuosa de todo lo que es la tradición y el poder de la marca localmente”.
Asegura el ejecutivo que para Savoy® significó la potenciación de la marca. “Detrás de ese paraguas hay mucha inversión en temas de investigación y desarrollo, una cantidad de esfuerzos técnicos; por ejemplo, en el cultivo del cacao. Hoy en día, con nuestro Plan Cacao Nestlé – presente en los estados Portuguesa, Carabobo, Sucre, Mérida y Miranda – , atendemos a una cantidad importante de productores con buenas prácticas agrícolas, con técnicas que además se han desarrollado en función del propio mercado venezolano desde centros de investigación en diferentes partes del mundo. Para mí lo que ha hecho es darle un respaldo y un apoyo bien grande a una marca que es totalmente venezolana y cuya tradición y fórmula se ha mantenido intacta”, afirma.
-¿Cómo ha repercutido la pandemia en la comercialización y en el desarrollo de la marca?
Hemos tomado muchísimas medidas para proteger a nuestra gente, que ha estado al pie del cañón durante toda la pandemia. Estuvimos activos, trabajando. Ha sido muy rudo. Hemos tenido algunos casos en la fábrica y los hemos atendido debidamente; hemos generado los cercos epidemiológicos y utilizado diferentes equipos de trabajo para asegurar que si alguno se nos complicaba, teníamos otro que entraba a trabajar. Pero no paramos.
– ¿A qué países están exportando actualmente?
– La exportación más grande la tenemos hacia los Estados Unidos, concentrándonos fuertemente en el sur de Florida y en Texas. También estamos llegando a otras ciudades. Además arrancamos con mucha fuerza en Panamá y estamos haciendo distribución directa a Chile, a través de Nestlé® Chile. Estamos en conversaciones con Perú y con España, donde nos están pidiendo productos. Claro: donde hay mayores concentraciones de venezolanos es donde más nos piden. Estamos haciéndolo muy organizadamente para llegar con la frescura, la calidad y la organización… porque además el producto es muy “maleteado”, mucha gente se lo lleva, lo distribuye en otros sitios y nosotros tratamos de evitarlo especialmente para tener control de calidad.