Si bien muchas personas ajenas al área de la salud, nutrición, psicología y entrenamiento, publican informaciones con validez científica en las redes, también propagan otras que todavía necesitan ser investigadas.
El ayuno intermitente, la dieta Keto o Cetógenica (régimen bajo en carbohidratos y rico en grasas), el vegetarianismo o el veganismo son algunas de las tendencias en nutrición que se han popularizado en los últimos años, sobre todo a través de las redes sociales. Sin embargo, aplicarlas de forma indebida y sin la supervisión de un especialista certificado, representa un riesgo para la salud.
“Hay estrategias que no aplican para todos. Es muy importante la orientación por parte de un profesional para establecer en qué momento se va a aplicar, si la persona realmente cumple con los parámetros biológicos y de salud para cumplirla, y sobre todo qué va a pasar después que logre el objetivo que está buscando, ya sea bajar de peso, incrementar masa muscular o mejorar su composición corporal”, explica la nutricionista Roymar Narváez, de la cadena de bienestar integral, Gold´s Gym.
De acuerdo con Narváez, al aplicar esas tendencias se puede lograr la meta, pero: ¿cómo hacer para mantenerla? “Si no se hace de la manera correcta el cuerpo empieza a pasar factura, se produce el efecto rebote y vienen complicaciones a nivel hormonal. Las personas pueden caer en un círculo vicioso, del que cuesta salir, y requiere un equipo multidisciplinario con apoyo psicológico incluido”, asegura.
Epidemia de desinformación
La nutricionista advierte que, además de la pandemia actual de Covid-19, hay otra epidemia de intrusión profesional y desinformación, sobre todo a través las redes sociales. “Muchas personas ajenas al área de la salud, nutrición, psicología y entrenamiento, emiten información con validez científica, pero también publican otras que todavía necesitan ser investigadas para poder dar por sentado que ese planteamiento funciona y no crea un peligro para la salud”, acotó.
Señaló que un comentario que surge en redes sociales puede tener toda la intención de ayudar, pero también puede terminar perjudicando la salud de las personas. “Los nutricionistas aplicamos nuestras estrategias, pero todo tiene un proceso, un porqué y una razón de ser”, explica.
Narváez señaló que durante la pandemia, un grupo de personas ha consumido muchos alimentos procesados, de alta densidad calórica (como dulces y enlatados) y no hicieron ejercicio. “Al no hacer nada, se han visto afectados por la angustia o la depresión y han ganado peso con el consecuente deterioro de su imagen”, expresó.
Otro grupo “ha aprovechado el tiempo y creó un estilo de vida saludable, con cambios importantes en su esquema de alimentación, con mayor consumo de alimentos naturales como vegetales. Algunos también han hecho ejercicio en casa, e incluso armaron su mini gimnasio casero. Los que no tenían recursos usaron implementos de uso común, como sillas o botellones de agua, mientras otros invirtieron en equipos”.
Explicó que son alternativas viables, al igual que retomar las rutinas de ejercicios en gimnasios abiertos bajo medidas de bioseguridad muy precisas, como Gold´s Gym durante las semanas de flexibilización del esquema 7 por 7. En este sentido, invitó a consultar las redes sociales: @GoldsGymVE en Twitter e Instagram y GoldsGymVenezuela en Facebook.
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